martes, 30 de mayo de 2017

Amor prisionero




Ni el amor es una jaula, ni la libertad es estar solo. El amor es la libertad de volar acompañado, es dejar ser sin poseer. La libertad es la capacidad que tiene la persona de elegir sus propias cadenas. Por tanto, debes amar de tal manera que la persona que amas se sienta libre. El amor no puede ser una prisión, sino un cielo abierto donde se puede volar en libertad. “Quítate el complejo de teniente, dice Arjona, porque el amor sin libertad dura lo que dura un estornudo”. No te equivoques, esa persona no quiere ser tuya, quiere ser de ella y a ratos compartirse contigo, siendo libre. Amar no es renunciar a la propia libertad, es darle un sentido y la verdadera experiencia de la libertad es tener lo más importante del mundo sin poseerlo porque más grande que el amor a la libertad es el odio a quien te la quita. Debes amar de tal manera que la persona que amas se sienta libre. Libre para amar porque quiere. Libre para amar en paz porque es imposible separar la paz de la libertad ya que nadie puede tener paz si no es libre. El amor es una semilla que germina en el territorio de la libertad. Dice Cohelo que: “Solo el amor nos permite escapar y transformar la esclavitud en libertad” Tu vida ira hacia adelante cuando te apartes de las personas que te llevan hacia atrás. Nadie puede pertenecer jamás a otro…