Ni el amor es una jaula, ni la libertad es estar solo. El amor es
la libertad de volar acompañado, es dejar ser sin poseer. La libertad es la
capacidad que tiene la persona de elegir sus propias cadenas. Por tanto, debes
amar de tal manera que la persona que amas se sienta libre. El amor no puede
ser una prisión, sino un cielo abierto donde se puede volar en libertad.
“Quítate el complejo de teniente, dice Arjona, porque el amor sin libertad dura
lo que dura un estornudo”. No te equivoques, esa persona no quiere ser tuya,
quiere ser de ella y a ratos compartirse contigo, siendo libre. Amar no es
renunciar a la propia libertad, es darle un sentido y la verdadera experiencia
de la libertad es tener lo más importante del mundo sin poseerlo porque más
grande que el amor a la libertad es el odio a quien te la quita. Debes amar de
tal manera que la persona que amas se sienta libre. Libre para amar porque
quiere. Libre para amar en paz porque es imposible separar la paz de la
libertad ya que nadie puede tener paz si no es libre. El amor es una semilla
que germina en el territorio de la libertad. Dice Cohelo que: “Solo el amor nos
permite escapar y transformar la esclavitud en libertad” Tu vida ira hacia
adelante cuando te apartes de las personas que te llevan hacia atrás. Nadie
puede pertenecer jamás a otro…