lunes, 29 de mayo de 2017

Huellas


La vida no cuenta los pasos que has dado, sino las huellas que has dejado. No se trata de tener el mundo a tus pies, sino de dejar una huella en todo el mundo. Por tanto, no te preocupes por los pasos que das, sin por las huellas que dejas, porque quien deja huella… esta no desaparece. Huellas en el mar, en los caminos, en las vidas, huellas indelebles aun cuando ya no estemos. Dicen que por muy corto que sea el camino, quien pisa fuerte, deja huella. Pero no camines sobre las huellas de los demás o nunca tendrás las tuyas propias. Y que no te digan que el cielo es el límite cuando hay huellas en la luna. Todas las personas con quienes convivimos dejan una huella. Razón tiene un proverbio africano cuando dice que: “Las huellas de las personas que caminaron juntas nunca se borran”. ¿Sabías que las cosas no valen por el tiempo que duran, sino por las huellas que dejan? Dejar huella y ser recordado por muchos quizás sea una de las razones por las cuales vale la pena vivir. Si piensas dejar huella en la vida de una persona, empieza en este instante. No pospongas. Quizá esa persona necesita de ti, de tus palabras de tu aliento. Dicen que morimos dos veces. La primera vez cuando dejas de respirar y la segunda, un poco más adelante, cuando alguien pronuncia tu nombre por última vez…