martes, 30 de mayo de 2017

Fin


Una de las cosas más tristes de la vida es decirle adiós a una persona cuando en realidad no quieres que se vaya. Y duele mucho tomar la decisión de irse, pero duele mucho más quedarse. Puede que te lleve mucho tiempo demorándolo y te asusta… pero cuando llega el momento de finalizar una relación, hay que hacerlo. Terminar no es el final sino el principio de la última fase de la relación: El olvido. Cuando dos personas llegan al fin de una relación, no es un “hasta pronto” o “hasta nunca”. Aunque no se quiera es “hasta que el corazón olvide”. Dejar ir a quien quieres no significa rendirse, significa amor, porque respetas la libertad de esa persona, ¡Aceptas que esa relación no es posible! No debes arrepentirte de lo que viviste con esa persona, solo debes esperar que tu futuro sea mejor de lo que viviste. ¡Y jamás hables mal de esa persona! “Todos tienen derecho a enamorarse de la persona equivocada en algún punto, dice Evans. De hecho es un error no hacerlo”. Es increíble cómo se aprende más acerca de alguien al final de la relación que al principio de ella. El final de una relación puede parecer como la noche más oscura, pero no es más que la temporada de invierno. El tiempo de renovación y renacimiento que precede a la nueva plantación. El comienzo del gran ciclo siguiente. Algún día todo tendrá sentido, así que, por ahora, ríete ante la confusión, sonríe a través de las lágrimas y síguete recordando que todo pasa por una razón.