martes, 30 de mayo de 2017

Deja de insistir


Los indios de Dakota tienen un proverbio que dice que cuando descubres que estás montando un caballo muerto ¡la mejor estrategia es desmontar! ¿Por qué? Porque ese caballo ¡No se volverá a levantar jamás! Por más que le ruegues, por más que le grites ¡No va a resucitar! Coincido con Cohelo, cuando expresa que siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida y que si insistimos en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, perdemos la alegría y el sentido del resto. Por tanto, hay que dejar ir aquellos momentos de la vida que se van clausurando. Ayer te despidieron del trabajo y crees que si hoy llegas tempranito con el almuerzo en la mano ¿Te van a abrir el portón? No puedes ser un empleado de una empresa que ¡ya no existe para ti! O tal vez el amor de tu vida te dijo que no te ama, que la relación acabo, y aun así pretendes ¿que un ramo de rosas y unos chocolates le harán cambiar de parecer? ¡No puedes seguir vinculado con quien no quiere estar vinculado contigo! Lo mejor que puedes hacer es retirarte y dejar un bonito recuerdo. Deja de insistir porque te convertirás en una verdadera molestia. No se pierde lo que no tuviste, no se mantiene lo que no es tuyo y no puedes aferrarte a algo que no se quiere quedar. Si eres valiente para decir ‘adiós’, la vida te compensará con un nuevo ‘hola’.