¿Has escuchado alguna vez de historias de amor en las que los
protagonistas deben superar una serie de obstáculos como barreras sociales,
lazos de sangre, conflictos de intereses, etc. para finalmente llegar a un
“happy end” donde todos los personajes se reconcilian entre ellos y con toda la
tierra? ¿La moral termina por imponerse, y triunfa el bien sobre el mal? Se
llaman telenovelas y se originaron en las radionovelas de los años 40 o 50 del
siglo XX. Miles de telenovelas se han producido en los últimos 40 años (actualmente
se producen 100 anuales). Se han convertido en un producto de consumo que sólo sirven
para entretener a la mayoría de nuestros pueblos y mantenernos ocupados con
situaciones que están al margen de la realidad en que vivimos. Las telenovelas
son dañinas para la gran cantidad de personas con poca educación, ya que sus
mentes pasivas se aturden cotidianamente al olvidar su propia realidad y
confiarse en otras irrealidades que la gente acaba por creer que así son las
cosas de la vida… La mayoría de la trama ocurre en un dormitorio; existe
infidelidad, divorcios y adulterios, homosexualidad. Todo se muestra como
normal y necesario. Muchas mujeres se identifican con los personajes, la
telenovela adormece y hace creer que 'algún día' la suerte cambiará, como la
'muchacha' de la telenovela que consiguió salir de la miseria casándose con el
apuesto y millonario galán.