Con el tiempo aprendí a contar con los dedos, y no con las
personas. Algunas personas deberían llevar un cartel que diga: “Te voy a
defraudar, así que aléjate de mí antes de que te haga daño”. Descubres que
todas aquellas cualidades que lo hacían único eran mentira. Y si esa persona ha
logrado mentirte no significa que seas tonta, significa que tú confiaste más en
El de lo que merecía. ¿Sabías que la gente que más queremos son las que más nos
defraudan? Porque creemos que son perfectos y se nos olvida de que son humanos.
Sin embargo cuando nos defraudan la culpa no es de la persona por no cumplir
nuestras expectativas, es nuestra por esperar más de lo que nos pueden y/o
quieren dar. Decía Elbert Hubbard que: “Nuestros deseos siempre nos defraudan,
porque si bien nos encontramos con algo que nos llena de satisfacción, nunca
responde a fondo con nuestras expectativas”. Por eso: “Feliz los que nada
esperan de los demás porque nunca serán defraudados”. Cuando la vida te
defraude ¿Quieres saber que hay que hacer? ¡Nadaremos! ¡Nadaremos! Marylin
Monroe decía que “Las desilusiones te hacen abrir los ojos y cerrar el
corazón”. El único amor consecuente, fiel, comprensivo, que todo lo perdona,
que nunca nos defrauda, y que nos acompaña hasta la muerte es el amor propio.