viernes, 26 de mayo de 2017

Bueno para nada


Ser bueno solamente consigo mismo es ser “bueno para nada”. Decía Carlos Domine que: “No se puede ser feliz mientras contemplas la infelicidad de los demás… Solo los egoístas son insensibles al sufrimiento ajeno. No sufras por ti, sufre por quienes sufren”. El egoísmo es como un torbellino que absorbe toda la bondad principalmente cuando se aprovecha de la desgracia ajena para beneficiarse. Somos tan egoístas que incluso cuando hacemos algo por los demás, lo hacemos con la intención oculta de sentirnos bien con nosotros mismos. El egoísta mide a los otros por sus gustos y disgustos, no por sus necesidades, sino por sus preferencias. En la actualidad existe tango egoísmo, que ya nadie tiene tiempo para nadie. David Fischman dice que: “Si solo persigues en la vida tu interés, en algún momento, perderás interés en tu vida” Si trabajas solo en ti, por ti y para ti… eres egoísta, envidioso y narcisista. Y si aspiras a reposar en una tumba llena de honores y cuentas bancarias, ten por seguro que nadie derramará una sola lágrima. Jacinto Benabente decía que: “El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien para estar uno mejor”.  ¿Sabías que hay dos tipos de egoístas? Los que lo admiten… y el resto de nosotros. “Al compartir sin egoísmo, decía Gustav Newman, nada se pierde. Más bien al contrario, algo nuestro crece en el otro”.