domingo, 14 de mayo de 2017

Como gastar y no gastar tu propio dinero y el ajeno


Existen cuatro formas que definen bien la gran diferencia entre el manejo que se le da al dinero propio. 1) Cuando gastas tu propio dinero en ti mismo, eres muy cuidadoso asegurándote obtener lo máximo de cada colon. Buscas aquello que realmente deseas y que se ajuste exactamente a tus necesidades. Ej. Compras de supermercado. 2) Cuando gastas tu propio dinero en otros, eres cuidadoso de no gastar demasiado, no te preocupas excesivamente por cuánto obtiene el otro de la compra recibida y sin duda no pones la misma pasión que si gastases ese mismo dinero en comprar algo similar para ti. Ej. Regalo del amigo secreto. 3) Cuando gastas el dinero de otro, en ti mismo. Te aseguras de obtener buenos productos y de calidad. No importa el precio siempre y cuando satisfaga con precisión tus necesidades. Ej. El dinero de la empresa para un viaje de trabajo al extranjero. 4) Cuando gastas el dinero de otros, en otros. A usted no le interesa economizar, puesto que no lo paga usted y ni le interesa sacarle el jugo, porque tampoco lo va a disfrutar. La consecuencia de esta forma de gasto es el despilfarro. Incluso algunos tratan, como ser humanos, de convertirse en “distribuidores de fondos de bienestar” para otros e intentarán, hacer realmente lo mejor que puedan con ese dinero, pero jamás podrán tener el nivel de cuidado como si fuera su propio dinero, o el nivel de pasión, dedicación y conocimiento como si lo gastaran para sí mismo y no para otros. ¿Ejemplo? Salarios, beneficios y privilegios crecientes e inaceptables del sector público, arreglos de “puentes”,  exoneraciones y otros gastos del gobierno. Cualquier parecido es mera coincidencia…