Se ha comprobado que en los EEUU, los períodos en que el país no
participa en alguna guerra importante, es notorio el incremento de la
popularidad del rugby y el fútbol americano, deportes que pasaron de ser
disciplinas de contacto a convertirse en juegos de luchas. La Súper Bowl se
puso en marcha en 1969 al finalizar la guerra de Vietnam. Los New York Jets
ganaron y lograron generar los nuevos «héroes» americanos que reemplazarían en
su imaginación a los héroes fallidos de Vietnam. El futbol soccer no se queda
atrás! La actualidad revela tres categorías de violencia relacionadas con el futbol: la de un jugador
contra otro, la violencia de los aficionados y la violencia contra las mujeres.
¿Cómo resolver esta ola creciente de violencia? El escritor Tim Robbind tiene
la solución: “Se acerca a la atmósfera de la Tierra una nave espacial, que
comienza a atraer hacia sí, todos los balones y pelotas de rugby, fútbol,
tenis, baloncesto, voleibol, béisbol, golf, bolos, billar, o sea todos los
esféricos. En cuestión de segundos todas desaparecen del planeta. ¿Qué
ocurriría? ¿Se volvería histérica la población masculina? ¿Correría la sangre por las calles? ¿Se
morirían los hombres de puro aburrimiento? O quizá: ¿Daría lugar a una especie
más elevada de mamíferos?”