lunes, 29 de mayo de 2017

Con coma o sin coma


Freud decía que: “Quien piensa en fracasar, ya fracaso antes de intentar; quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante”. De nada sirve desear algo si no haces nada para lograrlo. Los sueños no se convierten en realidad si no pasas de la intención a la acción. Es mejor intentarlo que quedarse con la duda de que hubiera pasado, dentro de 20 años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste. Así es que si vamos a perder algo, que sea el miedo de arriesgarnos a intentarlo una vez más. No existe nada imposible, solo personas que no se atreven a intentarlo. Nada es tan grande como para no intentarlo. “Puedo aceptar el fracaso, decía Jordan, pero no acepto no intentarlo”. Cuando todo se derrumba empiezas a tener dudas, pierdes confianza. No sabes si seguir defendiendo  lo que creías. Puedes tirar la toalla o intentarlo de nuevo. ¿Por qué insistir? Porque en ocasiones la llave que abre la puerta es la última que pruebas. La valentía no siempre es algo que ruge. Una de las partes más difíciles de la vida es decidir si alejarte o intentarlo un poco más. Sin embargo, tus sueños tienen fecha de caducidad… respira hondo y vuelve a intentarlo. A veces la valentía es esa voz suave que te dice al final del día: “Mañana voy a intentarlo de nuevo”. ¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de perseguir todo aquello que queremos? Que nunca te falte un sueño por el que luchar, algo nuevo que aprender, un lugar donde ir y tener alguien a quien querer. ¡Persiste! Si todo fuera fácil, cualquiera lo lograría. Dite a ti mismo: “No me rendí. No, me rendí ¿Con coma o sin coma? ¡Tú eliges!