Es increíble como alguien puede romper tu corazón… Y sin embargo
sigues amándolo como cada uno de los pedacitos. Un corazón roto es un corazón
que ha amado de verdad. Si el tuyo está roto significa que te arriesgaste a
decir lo que sentías. Un corazón roto es como tener las costillas rotas, nadie
puede verlo, pero duele cada vez que respiramos. Hay dolores que ni la medicina
moderna puede curar… y tú me dueles muy dentro del alma. Dormir con el corazón
roto y lágrimas en los ojos, es la peor de mis torturas. Alguien dijo: “Nunca
te enamores de un corazón roto… Algunas piezas siguen perteneciendo a otro y
nunca podrás tenerlo por completo”. No te preocupes, yo tampoco me enamoraría
de mí. ¿Quién se fijaría en unos ojos tristes, una sonrisa rota y un corazón
hecho pedazos? Admiro a las personas que con el corazón roto, lleno de
problemas, pueden levantar su mirada, sonreír y decir ¡ESTOY BIEN! En mi caso me
siento como Blíster cuando dijo en una ocasión: “Ella dijo querer tocar mi
corazón, y sí que lo hizo. Clavó entonces su puñal sobre mí, y se marchó
mientras me desangraba; lo único que dejo conmigo fue ese frio pedazo de olvido
en mi pecho”. Duele cuando se termina algo bueno, pero duele incluso más si te
aferras a ello sabiendo que no está allí. Sin embargo, a veces la desilusión es
buena, te hace poner los pies sobre la tierra. Ya no importa quién te lastimó y
te hizo llorar, lo que importa es quien te hace reír de nuevo…
