domingo, 14 de mayo de 2017

Cuando apuntas con el dedo


No todos los que tienen las manos juntas, rezan. No todo el que dice “Señor, Señor entrará al reino de los cielos mucho menos aquellos que insisten en mirar la paja del otro y pasar por alto su propia viga. Cuando apuntas con el dedo, recuerda que otros tres dedos te señalan a ti y que la crueldad es la fuerza de los cobardes. Un proverbio árabe dice: “Alaba solo a Dios. Critícate solo a ti mismo”. ¿Sabías que hay tres cosas que nunca vuelven atrás? La palabra pronunciada, la flecha lanzada y la oportunidad perdida. Aquel que pisa con suavidad va lejos. Con palabras agradables y un poco de amabilidad se puede arrastrar  a un elefante de un cabello dice un viejo proverbio persa. Si la gente se arregla todos los días el cabello ¿Por qué no el corazón? Si deseas ser feliz, tienes que desear ver a otros felices también. Un corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas. No te aísles! “Vida sin amigos, muerte sin testigos”.