La elegancia de un hombre atrae a las mujeres. Meryl Streep decía
que: “La obsesión es algo atractivo. El hombre que es muy, muy interesado y
bueno en una cosa y elegante es muy atractivo”. La elegancia no consiste en ser
notado, sino recordado, una forma de decir quién eres sin tener que hablar. Es
una unidad en la que lo invisible es tan importante como lo visible. La
elegancia no tiene relación solamente con un traje o un reloj. “La elegancia y
el estilo, decía Carolina Herrera, no tienen nada que ver con el dinero”. ¡La
simplicidad es la clave de la verdadera elegancia! La elegancia de un hombre está
en la seriedad de su boca, en cada palabra que dice y cada manera de ganarse a
la gente. Dice Paulo Cohelo que “La arrogancia atrae el odio y la envidia. La
elegancia despierta el respeto y el amor”. Christian Dior dijo en una ocasión
que: “Plegarse a las difíciles leyes de la elegancia y la cortesía es el modo
de adquirir disciplina con uno mismo”. La elegancia no consiste tanto en el
traje como en el modo de llevarlo. No es solo belleza, es también la forma de
pensar y moverte. “Elegancia es la ciencia de no hacer nada igual que los
demás, dice Honore de Balzac, pareciendo que se hace todo de la misma manera
que ellos”. Un hombre común se convierte en un hombre elegante solo cuando toma
la decisión irrevocable de serlo…
