Desde su primera página, la Biblia declara como “bueno” todo lo
creado por Dios. Siete veces se expresa: la luz (Génesis 1:3); tierra y mar
(1:10); vegetación (1:12); astros (1:18); peces y aves (1:21); animales (1:25);
humanidad (1:31). Después de la creación del hombre “Dios vio todo lo que había
hecho, y todo había quedado muy, pero muy bien…” Génesis 1: 31 (PDT). Sin embargo, más
adelante y por primera vez en la Biblia se dice que algo no estaba bien: “Después
dijo Jehová Dios: «No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea
para él.»” Génesis 2: 18 (RV95) ¿Por qué no es bueno que el hombre este solo? Dios
se adelanta a los hechos, previendo que algún peligro aceche a Adam del que
sería conveniente que Eva le advirtiera y ayudara a enfrentar. "Es mejor
ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si
uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo,
ese sí que está en problemas." Eclesiastés 4:10 (NTV). El pasaje de Génesis
2: 18 que dice: “Y dijo el Eterno Dios: No es bueno que esté el hombre solo;
haré una ayuda idónea para él” viene
traducido del hebreo: “Vayomer Adonay Elohim lo-tov heyot ha'adam levado
e'eseh-lo ezer kenegdo.” Bereshit 2: 18
(Torah). La palabra “Ezer” se traduce como “Ayuda” y la palabra “Kenegdó”, literalmente
es: "frente a él", o "enfrentada a él", o "en su
contra". En el idioma español no tenemos una palabra que refiera ambos
significados juntos, por eso se tradujo a «idónea». Siguiendo estas líneas de
pensamiento, la traducción de Génesis 2:18, sería: “Le haré un poder (fuerza o
socorro) que sea digna de estar al lado del hombre, para que lo esfuerce a
continuar con sus propósitos, y que le corrija cuando se salga de estos.”