Los hijos son el motivo por el cual cada día decidimos seguir
adelante, la razón por la cual, como padres, nos hemos hecho más fuertes! Sin
embargo siguen siendo nuestra mayor debilidad. Los hijos son seres que nos
prestaron para un curso intensivo de como amar a alguien más que a nosotros
mismos. De cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores
ejemplos. Creemos que ser padres es tratar de enseñarles a nuestros hijos a vivir
cuando son ellos en realidad los que llegan a enseñarnos el significado de la
vida. Como padres nos cansamos, gritamos como locos, les llamamos la atención a
nuestros hijos, les repetimos las cosas mil veces. ¿Por qué? Por qué los amamos
más que a nada en el mundo, sin ningún interés. ¡El triunfo de los hijos es el
nuestro! El tiempo pasa muy rápido y cada uno de los hijos tomara su propio
vuelo. Tal vez en nuestro afán de sacarlos adelante nos faltó decirles tantas
cosas. Tal vez abrazarlos y besarlos más. Los hijos son el más preciado y
maravilloso préstamo ya que son nuestros
solo mientras no puedan valerse por sí mismos, luego les pertenece a la vida,
al destino y a sus propias familias. No podemos prometerles que estaremos con
ellos por el resto de sus vidas pero si los amaremos por el resto de la
nuestra. Dios bendiga a nuestros hijos
pues a nosotros nos bendijo con ellos…