Aprende a apreciar lo que tienes, antes de que el tiempo y el
destino te enseñen a apreciar lo que tuviste y ten cuidado con lo que pierdes,
porque puede que no lo vuelvas a encontrar. La frase “Nadie sabe lo que tiene,
hasta que lo pierde” más bien debería ser: “Siempre supiste lo que tenías, pero
pensaste que nunca lo perderías”. Algunas personas te fallan, te duele y
perdonas. Te fallan, te duele y perdonas, Te fallan, te duele y perdonas. Hasta
que un día te cansas y te pierden. Cuando se ama se perdona, cuando ya no se
ama: Se olvida. Debes irte justo en el momento en que comienzas a preguntarte
si deberías irte o quedarte. El cariño que se pierde por decepción nunca
vuelve, como nunca se olvida a una persona que se quiere y se pierde, simplemente
se aprende a vivir sin ella. A veces o pierdes el orgullo o pierdes a la
persona que te interesa, así de sencillo… “Perdoné errores casi imperdonables.
Intenté sustituir personas insustituibles y olvidar a personas inolvidables.
Tuve miedo… ¡Pero sobreviví! ¡Y todavía sigo vivo! Aprendí que a veces el que
arriesga no pierde nada, y que perdiendo también se gana”. La vida nos va
enseñando Quién SI, Quién NO y Quién NUNCA. Algunos nos sirven de ejemplo y
otros nos enseñan a no ser nunca como ellos…