martes, 2 de mayo de 2017

Terrorismo domèstico


Tanto las Naciones Unidas como la Organización Mundial de la Salud, han establecido que una de las manifestaciones de violencia social más importantes en el planeta es la violencia contra las mujeres, debido a que afecta a la mitad de la población mundial y en razón del profundo impacto que produce a nivel individual, familiar, comunitario y de la sociedad en general. El género ha permitido “desnaturalizar” las relaciones de poder vigentes en nuestras sociedades patriarcales, dejando en evidencia las múltiples formas en que las mujeres son violentadas primero, y sobre todo, en sus núcleos de referencia más cercanos, como la familia y la pareja, pero también en otras esferas, como los ambientes de trabajo, de estudio, la calle, las instituciones que tienen deber de protección, entre otras. Solo en Costa Rica, anualmente son solicitadas casi 50.000 medidas de protección en los Juzgados de Violencia Doméstica, y son interpuestas más de 17.000 denuncias por concepto de la Ley de Penalización de la Violencia Contra las Mujeres, son denunciadas más de 1.600 violaciones sexuales y al menos 30 mujeres pierden sus vidas en manos de sus parejas. La violencia en el hogar o en la familia es la forma más común de la violencia contra la mujer la cual tiene seis  veces más probabilidades  de ser agredidas por un familiar que por un desconocido. A pesar de los esfuerzos que se realizan en Costa Rica en materia de prevención de la violencia intrafamiliar, los casos siguen notificándose a lo largo y ancho del  país lo cual denota que los esfuerzos interinstitucionales en materia de prevención y atención no han sido tan efectivos como se esperaban por lo que esta triste realidad nacional debe ser vista como tema prioritario dentro de la agenda de seguridad ciudadana y debe ser de abordaje fundamental.