¡Cada persona es especial! Las personas son como mariposas en el
viento… Algunos pueden volar más alto que otros, pero cada uno vuela de la
mejor forma que puede… Tal vez son diferentes en su vuelo, pero iguales en su
derecho a volar. ¿Por qué entonces compararlos unos con otros? Cada uno es
diferente… Cada uno es especial… Cada uno es hermoso y único ¡No se trata de
tener derecho a ser iguales sino de tener derecho a ser diferentes! No todos
recorremos el mismo camino, ni lo hacemos al mismo tiempo y no todos llegamos
al mismo lugar… solo hay que saber respetar. ¿Quién de nosotros es lo
suficientemente “normal” como para decidir lo que se considera “normal” o no?
El concepto de “normalidad” es otra forma de discriminación y exclusión. La
apariencia de todos los hombres es como un “envase”, dentro del mismo hay
personas que aman, que sufren, que piensan y que quieren ser amadas. Teresa de
Calcuta decía que: “La mayor enfermedad de hoy en día no es la lepra ni la
tuberculosis, sino más bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por
todos”. No es la discapacidad lo que hace difícil la vida sino las barreras que
pone la sociedad. Entonces ¿Dónde está la verdadera discapacidad? Está en el
cerebro de aquellos que creen que ser diferente es ser menos”. Las personas con
capacidades diferentes han llegado a nuestras vidas para dejar huellas en
nuestros corazones, que nunca se borraran.