miércoles, 30 de agosto de 2017

La rosa y el sapo


Había una vez una rosa roja muy bella; se sentía de maravilla por saber que era la rosa más bella del jardín. Un día comprendió que la gente la miraba sólo de lejos y no se acercaba a ella. Se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro, y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto, le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo, muy obediente, dijo: -Está bien, si así lo quieres. Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa y se sorprendió al verla totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. Le dijo entonces: -Vaya que te ves mal. ¿Qué te pasó? La rosa contestó: -Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual. El sapo contestó: -Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la más bella del jardín.