domingo, 27 de agosto de 2017

Soldados y amigos


-Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor; solicito permiso para ir a buscarlo -dijo un soldado a su teniente. -Permiso denegado -replicó el oficial-. No quiero que arriesgue su vida por un hombre que probablemente haya muerto. El soldado, haciendo caso omiso de la prohibición, salió, y una hora más tarde regresó mortalmente herido transportando el cadáver de su amigo. El oficial estaba furioso: -¡Ya le dije yo que había muerto! ¡Ahora he perdido a dos hombres! Dígame, ¿Valía la pena ir allá para traer un cadáver? Y el soldado, moribundo, respondió: -¡Claro que sí, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: "ESTABA SEGURO QUE VENDRÍAS"