jueves, 17 de agosto de 2017

Tomando un descanso


Ser una mujer que trabaja puede resultar duro, pero tener un empleo e hijos lo es aún más. Hay un relato acerca de una madre de tres chicos muy activos que una noche jugaban a los policías y ladrones en el jardín después de la cena. Uno de los niños le "disparó" a su madre y gritó: —¡Bang!, estás muerta. Ella se deslizó hacia el suelo y, como no se incorporó de inmediato, uno de sus vecinos acudió a ver si se había lastimado en la caída. Cuando el vecino se inclinó sobre ella, la madre, agotada, abrió un ojo y le dijo: —Shhh. No me delates. Es la única oportunidad que tengo de descansar.