Decía Renny Yagosesky que: “Dejar de culpar a los demás es el
primer paso para ser adulto”. Es más fácil ser una víctima culpando a los demás de
nuestros problemas, porque así no tenemos que asumir el dolor de nuestras
propias decisiones. Culpar a los demás es un truco muy sencillo… cuando no
quiero asumir la responsabilidad de mis propios actos. No se vale que le eches
la culpa a la gota que rebalsó el vaso, cuando cómodamente te has sentado a
esperar que se llenara. Hay personas que crean sus propias tempestades y después
se ponen tristes cuando llueve. Debes asumir lo que te corresponde, asumir la
responsabilidad que significa reconocer que eres el origen de tus pensamientos
y que con ellos has creado tus emociones y resultados en tu vida. Nunca culpes
a los demás por su situación; eres lo que eres por decisión tuya ¡Tú eres el
resultado de tus decisiones! Puedes pasar tu vida culpando al mundo, pero tus éxitos
o tus derrotas son tu entera responsabilidad. Si decidimos ser protagonistas en
lugar de víctimas, dejaríamos de perder el tiempo culpando a los demás, y tendríamos
energía para diseñar la vida que queremos vivir. Puedes fracasar muchas veces,
pero solo serás un fracasado cuando empieces a culpar a otros. Un buen día, es
ese que sucede, cuando dejas de culpar y comienzas a actuar… por ti.