Estamos tan acostumbrados a todo lo que es “malo” que cuando
sucede algo bueno dudamos si es algo real. Emerson decía que: “La confianza en sí
mismo es el primer secreto del éxito”. El problema es que muchas veces nos
invade la duda y el miedo. Esta última es la emoción más difícil de manejar. El
dolor lo lloras, la rabia la gritas, pero el miedo te atrapa silenciosamente en
tu corazón. ¡Cuántas cosas perdemos por miedo a perder! Cuando dejamos salir
todas nuestras dudas y miedos, tenemos más espacio para vivir todos nuestros sueños.
Sin embargo muchas veces… ¡Dudamos de todo, le tememos a todo! A lo que hay en
nuestro interior, a lo que hay en el interior de los demás, a lo que hay afuera…
No se puede nadar por nuevos horizontes hasta que se tenga el coraje de perder
la vista de la orilla. En nuestra cultura moderna abunda la ansiedad y la
tensión. Cada día es una serie de conflictos entre el camino correcto y el
camino fácil. Pero ¿Cuándo ha estado la vida exenta de tensión? ¿Debería
existir una pastilla para cada estado de humor y cada ocasión? ¡Un diamante es
solo un trozo de carbón que manejó el estrés excepcionalmente bien! Quizás no
siempre seamos ganadores, pero no debemos ser perezosos. ¡Tomemos riesgos,
vamos por todas, saltemos vallas! Nunca sabrás el resultado final si no lo
intentas...