lunes, 26 de marzo de 2018

Huye de las deudas



Las personas de este mundo se dividen en tres grupos: los que tienen, los que no tienen y los que no han pagado lo que tienen. Muchas personas creen que pueden gastar su dinero indiscriminadamente sin sufrir las consecuencias y hasta llegan a creer que vinieron a este mundo solo a tener deudas. Benjamín Franklin dijo que: “Es mejor acostarse sin cenar, que levantarse con deudas”. Ahora, el dinero es un siervo maravilloso, pero un amo terrible. Si se pone encima de ti y tu quedas debajo, te convertirá en su esclavo. Peor aún, es cuando debes responsabilizarte por deudas que no son tuyas. “No respondas por compromisos ajenos, ni seas fiador de las deudas de otros, dijo Salomón, porque si no puedes pagar, correrás el riesgo de perder hasta la cama”. La deuda puede sacar al deudor de emergencias económicas inmediatas y puede hundir económicamente al fiador que se endeuda por otros. Mi abuela tenía un dicho: “Solo fio a adultos mayores de ochenta años acompañados de su abuelito”. Es terrible pagar el doble o más por el costo de un artículo a crédito, porque empobrece a quien lo compra y enriquece a quien lo vende. ¡El rico más rico y el pobre más pobre! Grábate esto: ¡Tú no naciste para que el fruto de tu esfuerzo se vaya en pagar deudas! Así que se prudente. Son tus decisiones y condiciones lo que determina tu destino. ¡No es posible que hayas nacido solo para pagar deudas y morir!