No todo se explica y no todo tiene respuesta. No todo tiene
sentido y no todo es justo. No todo es lógico… Sin embargo la valentía más
grande del ser humano es mantenerse de pie aun cuando se esté cayendo a pedazos
por dentro. La vida es eso… caer, tropezar, desgarrarte, lastimarte. Pero también
la vida es: Levantarse con mucha fuerza de voluntad, respirar hondo y
continuar. Porque aunque te quedes sin fuerzas, eso no quiere decir que te estas
rindiendo. Aun perdido y sin fuerzas, recuerda que cada día puede ser el
comienzo de algo maravilloso. ¡No te rindas! Con la fuerza de tu corazón y el
coraje de un amor sin fin te armaras un día de valor y volverás a recuperar lo
que perdiste. No importa lo difícil que parezca, siempre hay un camino, cuando
la fuerza viene del corazón. Confía en la fuerza de tu corazón y en el poder de
tu alma, porque ellos te llevan por el mejor de los senderos. Confía en tu
interior, confía en tu yo, confía en tu ser ¡Confía en ti! El corazón se tropieza,
se cae, se rompe, se hace trizas, llega a hacerse polvo, pero es tan audaz que
sigue teniendo la esperanza, y confía siempre seguir latiendo por igual…