viernes, 30 de marzo de 2018

Los globos



A un grupo de personas que estaban asistiendo a un seminario, se les propuso realizar una actividad en grupo. Las instrucciones eran muy sencillas. Se le dio un globo a cada uno y se les pidió que escribieran su nombre en El con ayuda de un marcador. Los globos fueron recogidos e introducidos en la habitación. Posteriormente se les solicitó, a todos, que lo único que tenían que hacer era entrar en la sala llena de globos y cada uno tenía que recuperar su globo, a más tardar en cinco minutos. Al cabo de unos minutos, todos seguían buscando frenéticamente su nombre y no paraban de chocarse y empujarse entre ellos. ¡Había un caos total! Cuando se agotó el tiempo nadie había podido recuperar el globo con su nombre. La decepción de los asistentes  se dejaba notar, algo había salido mal. Luego se les indicó que cogieran un globo al azar y cuando encontraran uno con nombre, se lo dieran a la persona que lo estaba buscando. En un par de minutos  todo el mundo había recuperado su globo, gracias al trabajo en equipo. El ejercicio había demostrado que muchos andan preocupados en sus propios asuntos sin sensibilizarse por la gente que tienen a su alrededor. Y que cuando haces algo desinteresado por otro, más recibes.