Me dijeron que en el reino del Revés nada el pájaro y vuela el
pez, que un ladrón es vigilante y otro es juez y que dos y dos son tres. También
hay un lobito bueno al que maltratan los corderos, y hay también un príncipe malo,
una hermosa bruja y un pirata honrado. El bueno tiene que ir al psicólogo para
aprender a sobrellevar las cosas que hace el malo. Las personas honestas están tras
las rejas y los delincuentes andan libres por la calle. ¡Inmundo mundo al
revés, los que juzgan con los pies dictan sentencia! El mundo al revés nos
enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en
lugar de escucharlo y a aceptar el futuro en lugar de imaginarlo. En la escuela
son obligatorias las clases de impotencia, amnesia y resignación. Es increíble que
en este mundo al revés tengamos que escondernos para hacer el amor, mientras la
violencia se practica a plena luz del día. Pintar un grafiti es un delito pero matar
un toro es un arte. La forma de vestir se valora más que la de pensar, ¡La
pizza llega más rápido que la policía! Y los animales son mejores amigos que
las personas. Un mundo al revés donde no se intentan solucionar los problemas…
sino convivir con ellos. Las cosas fueron creadas para ser amadas y las cosas
fueron creadas para ser usadas. Pero en nuestro mundo todo es un caos porque
las cosas están siendo amadas y las personas siendo usadas. Hace más de 130
años, después de visitar El País de las Maravillas, Alicia se metió en un
espejo para descubrir el Mundo del Revés. Si Alicia naciera en nuestros días,
no necesitaría atravesar ningún espejo: Le bastaría con asomarse a la ventana…