Muchas personas rompen el corazón de otros de todas las formas
imaginables ¡Eso está garantizado y nadie puede explicarlo! La vida no es
justa pero debes afrontar los golpes y
seguir adelante. Decía Chris Griscon que: “Aquellas personas que nos provocan
sufrimiento, están llevando a cabo un gran acto de servicio, porque nos proporcionan
información a través de esa experiencia sobre adonde necesitamos llevar más luz”.
¡Recuerda que maduramos con los daños y no con los años! No pierdas tu tiempo
en vengarte, no merece la pena. Las personas que te hacen daño suelen acabar destruyéndose
a sí mismos. ¡Tampoco los odies! Porque odiar es como beber veneno y sentarse a
esperar a que la otra persona muera. Oscar Wilde decía: “Perdona siempre a tu
enemigo. No hay nada que le enfurezca más”. Tal vez no puedas cambiar el “por qué”
los demás actúan de determinada manera, pero puedes elegir entrar en su juego. A
veces el silencio es la mejor manera de decirle a alguien que te hizo daño. Aléjate
de la compañía que te desgasta emocionalmente. Tomar distancia de las
relaciones tóxicas no significa que seas egoísta, es solamente una acción que
protege tu salud emocional. ¿Cómo pretendes volar; si no te alejas de los que
te arrancan las plumas? Seguir aferrado a relaciones poco nutritivas es no
permitir el ingreso de nuevas personas en tu vida. Acércate a las personas que
te hagan sentir bien, que aportan paz, armonía y alegría. Aléjate de aquellas
que son negativas y te causan dolor.