En el caso del 11 de setiembre, Dios estuvo muy ocupado distrayendo
a las personas que pensaban tomar los cuatro vuelos cuya capacidad era de 1000
pasajeros. Esa mañana sólo viajaron 266. Dios estaba muy ocupado, creando
obstáculos para los 50 mil de empleados de las Torres Gemelas. Sólo 20,000
personas estaban en las torres cuando el primer avión se estrelló. Dios sostuvo
las torres para que miles de personas tuvieran tiempo de escapar. Las torres colapsaron
hacia abajo y no hacia los costados evitando que fueran arrasadas más 20
cuadras a la redonda y que miles más hubiesen muerto. Y esto no fue todo...
Dios bajó de nuevo a la tierra para dar consuelo y resignación a cada una de
las personas que perdieron, esposos, esposas, hijos y padres. Se quedó en la
casa de cada una de las personas que fueron afectadas por esta tragedia,
brindándoles fuerza y valor para seguir adelante con sus vidas. ¿Dónde estaba
Dios el 11 de septiembre del 2001? ¡Estaba por todos lados! En una entrevista
que le hicieron a la hija de Billy Graham en el Early Show, Jane Clayson le
preguntó: “¿Cómo pudo Dios permitir que sucediera esto?” Ella dijo: “Al igual
que nosotros, creo que Dios está profundamente triste por este suceso, pero
durante años hemos estado diciéndole a Dios que se salga de nuestras escuelas,
que se salga de nuestro gobierno y que se salga de nuestras vidas... ¿Cómo podemos esperar que Dios nos dé Su
bendición y Su protección cuando le hemos exigido que nos deje estar solos?”