¿Es posible encontrar paz, en un mundo en crisis? ¡Sí! Dios quiere
darnos descanso en lo cotidiano: Descanso de los temores, de las inseguridades,
del agotamiento. Su paz se nos ofrece por gracia. A Dios no tenemos que
¨ganarlo¨, ni tampoco ganar su favor a crédito (como los electrodomésticos). Jesús
es quien nos da reposo; es su obra, no la nuestra. Él toma la iniciativa para
entrar en relación con nosotros y restaurarnos. Nos pone, además, en una
comunidad de hermanos y hermanas con quienes podamos compartir las cargas. Todos
necesitamos una mano cálida y una palabra oportuna de comprensión y
solidaridad, especialmente en momentos de conflicto y de transiciones en la
vida. Como peregrinos en esta tierra, la ansiedad y el agotamiento están
presentes en nuestra vida. Mientras esperamos ¨un cielo nuevo y una nueva tierra¨
donde no habrá más aflicciones y llanto, debemos confiar que Dios está
dispuesto a ofrecernos restauración y reposo. Muchas veces podemos estar
expuestos a épocas de crisis: cuando sentimos que el mundo se derrumba, cuando atravesamos
sentimientos de amargura o de pérdida, temores, etc. siendo muy peligroso el
dejarnos dominar por las circunstancias y rechazar la voz del Señor. ¡Cómo
necesitamos orden cuando estamos en crisis! Todo se derrumba dentro de
nosotros. Pero la Palabra nos trae reposo, nos trae paz. Muchas veces,
encontrar reposo no es cuestión de buscar un sitio apartado, aunque eso ayuda,
sino la compañía adecuada. Y esa persona es el Señor Jesucristo.