¡No existen dos hijos iguales! Esta es la historia de dos hermanos
gemelos: Al mayor lo llamaron “Velludo” y al menor lo llamaron “Tramposo”. El
menor era quieto y gustaba de estar en casa; el mayor era hombre de mundo,
colérico, lleno de vigor y aventura. Conforme fueron creciendo el contraste
entre los hijos saco a la luz las diferencias entre los padres… Papá escogió al
mayor como hijo predilecto y mamá escogió al menor. Ambos padres trataron de
favorecer a uno y otro ¡Hasta llegar al borde del homicidio! Esta historia se
encuentra en la Biblia y es un problema en muchos hogares. La amistad entre
hermanos es difícil de conseguir cuando los padres tienen preferencia por un
hijo o de forma inconsciente los comparan. Ama a tus hijos y evita preferencias
y prejuicios. No siempre debes darles lo que ellos quieren y en amor has de
educarlos y cuidarlos. No compres sus afectos ni les consientas todos sus
deseos. La familia de la historia terminó desintegrándose a partir de una serie
de decisiones erróneas que iniciaron con los padres: Tramposo hizo uso de la
deshonestidad y Velludo menospreció sus privilegios de primogenitura. El padre trató
de bendecir prematuramente al hijo mayor con la intención de torcer el plan de
Dios y la madre decidió equivocadamente engañar a su esposo. Tramposo cometió
el error de participar en el plan astuto de su madre provocando que Velludo se
dejara invadir por el odio y decidir aborrecer a muerte a su hermano. Todos
hicieron su aporte con ingredientes que hicieron explotar a su propia familia…