Jorge Luis Borges decía: “Hay quienes no pueden imaginar un mundo
sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí
se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros”. La lectura es a la
mente lo que el ejercicio al cuerpo. La lectura como el amor es la piedra ideal
para afinar el alma. Aquel que dice que no le gusta leer es porque nunca ha leído
y quien dice que leer es aburrido es porque no ha encontrado el libro indicado.
Confucio dijo que: “No importa lo ocupado que piensas que estás, debes
encontrar tiempo para leer, o entregarte a una ignorancia auto elegida. ¿Sabías
que los libros muerden? Muerden la mediocridad, muerden el cerebro y lo
despiertan. La lectura nos abre las puertas del mundo que te atrevas a
imaginar. Los libros son puertas que te llevan a la calle. Con ellos
aprendes, te educas, viajas, sueñas,
imaginas, vives otras vidas y multiplicas la tuya por mil. Amar la lectura es
trocar horas de hastió por horas de inefable y deliciosa compañía. Si lees poco
actuarás como muchos; si lees mucho actuarás como pocos. ¡Me encanta leer! Me
encanta la sensación de que, incluso cuando vuelves a la realidad, aun sientes
que estas en un mundo diferente. “El que ama la lectura, decía Godwin, tiene
todo a su alcance”.