Si un día llegaras a caer no te preocupes, haz como el sol que
cada tarde cae, pero cada mañana se levanta con más resplandor. ¡Acepta! No es
resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear
contra una situación que no puedes cambiar. El problema no es el problema. El
problema es tu actitud ante el problema. ¿Entendido? El triunfo del verdadero
hombre surge de las cenizas del error. No esperes el momento perfecto. Toma el
momento y hazlo perfecto. Confucio dijo que: “Si ya sabes lo que tienes que
hacer y no lo haces, entonces estás peor
que antes”. Hazlo simple, pero significativo. Hazlo y si te da miedo ¡Hazlo con
miedo! Pero hazlo ¡Van a criticarte igual! ¿La manera más efectiva de hacerlo?
Es hacerlo. En cualquier momento de decisión lo mejor que puedes hacer lo
correcto, lo segundo mejor es lo equivocado, y lo peor que puedes hacer es
nada. Sin embargo… no hay término medio ¡Hazlo bien o no hagas nada! Y no lo
pienses tanto. Si te emociona pensarlo, imagínate hacerlo. ¡Hazlo con ganas!