martes, 10 de abril de 2018

Pisanthrophobia


Muchas personas tienen miedo a confiar en los demás debido a las experiencias negativas del pasado. Están tan acostumbrados a sufrir que cuando llega una persona y los trata bien, con respeto y les brinda su cariño, todo les da miedo. Otros tienen miedo de volverse cercanos a cualquier persona, porque todos aquellos que dijeron: “Yo siempre estaré ahí para ti”, se fueron. Quieren y pueden volver a confiar, pero siempre tendrán la duda y el miedo de que vuelvan a fallarles otra vez. Sin embargo, la inacción cultiva el miedo. La acción cultiva la confianza y el valor. Si usted quiere conquistar el miedo, no se quede sentado pensando acerca sobre este. ¡Salga y ocúpese! Aprenda a confiar en lo que está ocurriendo. La confianza nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas las preguntas. Recuerda que un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama sino en sus propias alas. Escríbele una carta a tu miedo: “Querido miedo… Tengo que decirte que lo nuestro se acabó. Ya he tenido suficiente. Ya me has frenado en demasiadas ocasiones y no estoy dispuesto a aguantar esta situación ni un minuto más. Además, he conocido a otros mucho más interesantes que tú. Se llaman confianza, ilusión y esperanza. Así que me despido porque me voy con ellos. A partir de aquí empieza a confiar en alguien y deja atrás el miedo que tienes...