La diferencia entre dos equipos igualmente talentosos está en el
liderazgo. Del compromiso individual al esfuerzo de un equipo. Eso hace que un
equipo funcione, que una compañía funcione, que una sociedad y civilización
funcionen. Una sola flecha se rompe fácilmente, pero no un fardo de diez
flechas. Michael Jordan decía que: “El talento gana partidos, pero el trabajo
en equipo y la inteligencia gana campeonatos”. Sin embargo, no existe una
manera fácil. No importa cuán talentoso seas, tu talento va a fallar sino lo
desarrollas, si no trabajas duro, si no te dedicas a ser mejor cada día. Hay
pocos hombres –y constituyen las excepciones- capaces de pensar y sentir más allá
del momento presente. Si el líder no sabe cómo hacer para que su visión se
concrete, es solo un soñador. Solo si perseveras y resistes, puedes conseguir todo
lo que quieras. Pero tienes que entender que no puedes hacerlo solo. En
cualquier actividad las cosas importantes no son hechas por una sola persona.
Son hechas por un grupo de personas. La unidad es la fuerza… Cuando hay trabajo
en equipo y colaboración se pueden lograr cosas maravillosas. Para que un
equipo funciones, además del talento y el esfuerzo, a sus integrantes les tiene
que brillar los ojos. De la conducta de cada uno depende el destino de todos.