¿Sabías que el amor es un símbolo de eternidad porque borra la noción
del tiempo, destruye la memoria del principio y el temor de un final? Shakespeare
dijo que: “El tiempo es lento para los que esperan, muy rápido para los que
temen, muy largo para los que sufren, muy corto para los que gozan pero para
quienes aman, el tiempo es eternidad”. En toda historia de amor siempre hay
algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las
historias de amor encierran en si todos los secretos del mundo. Quien pasa por
tu vida y te entrega una noche que tardas toda una vida en olvidar, demuestra también
que el tiempo es relativo. Es preferible haber olido una vez sus cabellos, un
beso de sus labios, una caricia de su mano, que toda una eternidad sin ello.
¡Que dure lo que tenga que durar! Días, meses, años, una vida entera o un
segundo, o lo que dura un susurro. Si un instante es eternidad y una eternidad
es un instante vive el presente, lánzate en cada ola. Alicia pregunta: “¿Cuánto
tiempo es para siempre?”. El Conejo Blanco responde: “A veces, solo un segundo”.
Alicia vuelve a preguntar: “¿Cuánto es un segundo?”, a lo que el Conejo Blanco
responde: “Cuando amas una eternidad”.