Las personas hermosas son raras, no se distinguen por la cara,
sino por el alma. Porque es el alma donde se llevan todas las pertenencias. En
el silencio recuerdas lo que tu alma ya sabe y aprendes que la gente olvida lo
que dijiste, también olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidarà como la
hiciste sentir. El alma suelta vieja creencias, sale de los límites
imaginarios, usa el corazón y libera el niño interior. A través del alma
descubres otros mundos y elevas el espíritu. Tener sexo es sencillo, basta con
seguir un par de normas protocolares: Te desnudas y comienzas la deliciosa
faena. Pero hacer el amor, es algo distinto, es arte puro en un encuentro
corpóreo, antes de arrebatar las prendas, primero debes desnudar el alma. Y hoy
en día… no cualquiera desnuda el alma. “El alma se coloca en el cuerpo como un
diamante en bruto, decía Defoe, y debe ser pulida, o el brillo nunca
aparecerá”. No ames las formas, los cuerpos, ni las apariencias… esas cosas que
se deterioran con el tiempo… procura enamorarte de las almas, a ellas el tiempo
no las puede tocar. No tienes un alma. Tú eres un alma. Tú tienes un cuerpo. Cuando
tengas un conflicto no se lo des al ego para que lo resuelva. Dáselo al alma
que nunca se enorgullece ni se enerva con los éxitos y a la que no abaten los
reveses. Con el poder del alma, cualquier cosa es posible. ¿Sabias que la mejor
medicina para el alma, es la dulzura de otro ser humano? Siempre se amable y
trata bien a los demás. Y es que cada abrazo nos acomoda el alma.