A mal tiempo, labios rojos… Jamás subestimes el poder de unos
labios pintados de rojo. Dicen que a labios más rojos más corazones por ellos
han sido rotos. Y que el hombre no será un hombre hasta que escuche su nombre
de labios de una mujer. Labios rojos de mujer que dicen lo que las palabras no
pueden porque a palabras prohibidas, labios permitidos. Un minuto de silencio…
por sus labios que se están muriendo por besar los suyos. Labios rojos que son
la llave que abre la jaula que encierra el instinto. El conoce la miel, el
azúcar y el chocolate, pero los labios de ella siguen siendo lo más dulce que
ha probado. Es el sabor de sus labios un embrujo, una droga que envenena y lo
hace enloquecer. Besos que dejan huella como un campo de sol entre dos hielos. Labios
rojos, un deseo incontrolable que incitan locura, besos suaves, apenas rozando
para empezar y luego con más certeza su lengua en su boca, firmeza de labios y
la dulce intimidad de su aliento. El rumor de su respiración y su mano caliente
en su nuca. Cada quien elige los labios que quiera besar, -Te regalo los míos, creo
que son tu talla, deja de morderte los labios y ven a morder los míos… Dame un
beso, de esos que no se olvidan, ni en otros labios, ni en otras noches, ni en
otras vidas. Suelen ser tus labios rojos el mejor lugar para estar, el lugar
donde pertenezco… Mis labios son un pincel y los tuyos son un cuadro. ¡Hagamos
arte! Pon tus labios en los míos y te contare la más bella historia de amor jamás
contada… Tienes tres opciones… te beso, me besas o nos besamos.