martes, 27 de junio de 2017

Nada nos llevamos de este mundo


Ser sabio es como andar en la luz, y ser tonto es como andar a oscuras, pues el sabio sabe lo que hace, pero el tonto no sabe nada de nada. Sin embargo ¡Todos tenemos un mismo final! Así que me puse a pensar: “¿Qué gano yo con ser tan sabio, si al fin de cuentas moriré igual que los tontos? ¡Esto no tiene ningún sentido!” Como los sabios mueren igual que los tontos, y como todo se olvida con el tiempo, después nadie vuelve a acordarse ni de unos ni de otros. Terminé por aborrecer el haber trabajado tanto en esta vida, pues el fruto de todo mi trabajo tendría que dejárselo a mi sucesor. Y pensé: “¿Quién sabe si ese va a ser un sabio o un tonto? Y será dueño de todo lo que tanto trabajo nos ha costado llegar a tener. Ponemos a trabajar nuestra sabiduría, nuestros conocimientos y experiencia, ¡tan sólo para dejarle todos nuestros bienes a quien nunca hizo nada para ganárselos! ¡Eso está muy mal, y no tiene ningún sentido!  Después de tantos trabajos, esfuerzos y preocupaciones, ¿Qué le queda al ser humano después de tanto trabajar y luchar bajo el sol? ¿qué nos llevamos de este mundo? ¡Nada! Nuestra vida está llena de dolor y sufrimiento ¡Ni de noche logramos descansar! ¡Eso no tiene sentido! Lo mejor que podemos hacer es comer y beber, y disfrutar de nuestro trabajo… (Salomón)