Un sueño no es lo que ves mientras duermes, ¡Es lo que no te deja
dormir! Así como la vida te dio la posibilidad de soñar, también te dio la
posibilidad de convertir tus sueños en realidad. “La vida es continuar el
viaje, decía Benedetti, perseguir tus sueños, distribuir el tiempo, correr los
escombros y destapar el cielo”. Porque ningún soñador es pequeño y ningún sueño
es demasiado grande. Atrévete a soñar la vida que has soñado para ti mismo. Ve
hacia adelante y haz que tus sueños se hagan realidad. ¡Persigue tus sueños,
ellos saben el camino! No dudes, ni tengas miedo. Hoy da el primer paso hacia
tus sueños porque nada sucede si primero no lo imaginas. Tu recompensa se
encuentra en el esfuerzo no en el resultado. Tu esfuerzo total será una
victoria completa. El futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de
sus sueños, sueños por cumplir que se convierten en el motor que nos hace
avanzar. Eso es lo bonito de la vida: coser sueños, bordar historias y desatar
los nudos de cada día. Si tus sueños no te asustan, no son lo suficientemente
grandes pero tus sueños deben ser más grandes que tus miedos. Walt Disney decía
“No duermas para descansar, duerme para soñar. Porque los sueños están hechos
para cumplirse”. Todos los grandes éxitos fueron sueños al principio. Sujétate
fuerte a tus sueños… la esperanza en ellos te mantendrá arriba. Si los sueltas
la realidad te ahogara. ¿Sabías que la única manera en que los sueños desaparecen
es cuando tú los abandonas? Y la vida se acuesta a mi lado y con ella me
empiezo a reír. Y ahora sueño que voy caminando por todas las cosas que faltan
vivir y sentir…