Dios hizo a la gente buena ¡Pero la gente encuentra mil maneras de
ser mala! He visto casos en que unos dominan a otros, pero al final todos salen
perjudicados. También he visto que sepultan con honores a gente malvada, a esa
gente perversa se les hacen grandes y fastuosos funerales, y vi a gente que
hablaba bien de ellos aun cuando esto sucedía en los mismos pueblos en los que
el difunto había hecho muchas maldades. ¿Y la gente buena? Ni en su propio
pueblo la recuerdan ¡Eso no tiene sentido!
Algunos reciben su castigo inmediatamente después de que cometen algo malo,
pero si se demora el castigo otros se animan a hacer lo malo. Cuando no se
castiga enseguida un delito, la gente siente que no hay peligro en cometer
maldades. Ahora, se supone que al malo debiera irle mal y al bueno bien, pero
algunas veces sucede lo contrario: A la gente buena le va como si fuera mala, y
a la gente mala le va como si fuera buena ¡Eso no es justo! Sin embargo, aunque
una persona peque cien veces y siga gozando de muchos años de vida, yo sé que
les irá mejor a los que obedecen y temen a Dios. La gente mala no respeta a
Dios y por eso no obtendrá lo que es realmente bueno ni tendrá larga vida. Su
vida no será como la sombra que se hace cada vez más larga cuando el sol se
oculta. En cambio, a quienes aman y obedecen a Dios les irá mejor. (Salomón)