“Nada tiene sentido», dice Salomón. “Nada en absoluto tiene
sentido”. ¿Qué gana el ser humano con todo el trabajo que realiza bajo el sol? La
gente vive y muere, pero la tierra dura para siempre. El sol se levanta, luego
se oculta y se apresura a levantarse de nuevo en el mismo lugar. El viento
sopla hacia el sur y luego gira al norte. Sigue dando siempre las mismas
vueltas. Todos los ríos corren una y otra vez al mismo lugar. Van al mar y, sin
embargo, el mar no se llena. Todo es tan tedioso, imposible de describir. No
importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos,
nada nos tiene contentos. ¿Qué sucedió antes? Lo mismo que sucederá después. ¿Qué
se hizo antes? Lo mismo que se hará después. No hay nada nuevo bajo el sol. Algunos
dicen que tal cosa es nueva, pero en realidad siempre ha estado allí. Estaba
allí antes de que existiéramos. La gente de hoy en día ni se acuerda de lo que
sucedió hace mucho tiempo. En el futuro, la gente no recordará lo que está
sucediendo ahora. Y más tarde, la gente de otras épocas no sabrá lo que
hicieron los que vivieron antes que ellos.