martes, 12 de septiembre de 2017

El reflejo de tus acciones


Conducía camino a mi casa durante una noche lluviosa; delante de mí iba otro automóvil que constantemente me deslumbraba con una luz proveniente de la parte de atrás del automóvil. Me molesté pues además de la lluvia y el estado de la carretera tenía que lidiar con el destello que aquel automóvil me reflejaba. Pensé que algún niño travieso llevaba algún artefacto luminoso e iba jugando por la carretera. Más adelante llegamos a un semáforo donde un poco molesto me coloqué al lado de aquel automóvil, cuando se abrió la ventana del otro auto y el conductor me dijo: - "Disculpe, pero su luz izquierda está desprendida. Debería repararla o puede tener algún accidente". Me di cuenta entonces que el reflejo era producto de mi luz averiada. Esto me hizo reflexionar mucho sobre lo que pensamos de los demás. A veces una actitud negativa o mala de otras personas, puede no ser más que el reflejo de nuestras acciones en aquella persona. Comprendí entonces las palabras de Jesús de tratar a los demás como quisiéramos ser tratados, y servir como si fuéramos los últimos para así ser los primeros. Mantén la paz con tus amigos y compañeros, y antes de criticar o juzgar, mira tu corazón y piensa si aquello no es el resultado de tus acciones para con aquella persona. Y recuerda no juzgar pues con la misma medida serás juzgado ¡Deja el juicio y la venganza a Dios! Todas las acciones y pensamientos de tu vida resuenan en la eternidad.