miércoles, 13 de septiembre de 2017

Kintsugi


Los japoneses creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso y por eso reparan objetos rotos rellenando sus grietas con oro o plata. Se le conoce como kintsugi: El arte de admirar la belleza de las cicatrices. En lugar de tratar de ocultar los defectos y grietas, estos se acentúan y celebran, ya que ahora se han convertido en prueba de la imperfección y la fragilidad, pero también de la resiliencia; la capacidad de recuperarse y hacerse más fuerte. Este arte se convierte en una filosofía de vida donde las roturas de los objetos son vistas como un elemento que embellece al propio objeto en lugar de afearlo, es decir, valora por encima de todo al objeto y tiene especial cura cuando se rompe. En lugar de tirar el objeto, este se recupera para que a través de la restauración, luzca de nuevo más fuerte y con toda su historia y esplendor. Es una lástima que nuestra sociedad actual ha perdido interés en la restauración debido a que en su escala de valores se relaciona lo “bello” con lo “nuevo”. Lo anterior tal vez lo puedes hacer con un objeto ¿Pero qué pasa cuando se trata de personas cuyas vidas están repletas de grietas por fuera y por dentro? A través de la resiliencia tienes una nueva oportunidad de devolverte la sonrisa y recomponer tu alma y tu espíritu para que una vez restaurados puedas resurgir con toda tu fuerza y toda la determinación para sobreponerte a los próximos obstáculos que te ponga el destino por delante.