A Ken Aston, arbitro ingles de football (1915 - 2001), se le debe
una de las mayores aportaciones en la historia de la comunicación entre los
hombres. Fue él quien inventó el sistema de tarjetas -roja y amarilla- para
amonestar o expulsar a los jugadores. Se le ocurrió la idea mientras esperaba
el cambio de luces de un semáforo de Kensington. “‘Amarillo’, atención, puedes
seguir, ‘Rojo’, alto, fuera del campo.” Rápidamente, Aston le comentó a su
mujer la idea de sus tarjetas y Hilda le ayudó a perfeccionarla. Recortando dos
cartulinas a modo de muestra y limitándolas a un tamaño justo para el bolsillo
de una camisa. La FIFA ‘compró’ rápidamente la idea y en el siguiente mundial,
México 1970, comenzaron a utilizarse. Había nacido un elemento imprescindible
para el fútbol moderno. Un semáforo portátil que ayudaría a los árbitros a
controlar el correcto devenir de los encuentros. Ken Aston merece la
bienaventuranza eterna quienes contribuyen al buen entendimiento entre los
hombres aunque sea por medios tan elementales como dos tarjetas. ¡Bendito
tráfico londinense!