David llamo a Siba (2 Samuel 9) y le preguntó: ¿Hay alguien de la
casa de Saúl a quien yo pueda ayudar? “Recordándome del pacto que hice con mi
amigo Jonathan quiero hacer misericordia honrando su amistad”. Y Siba le
respondió: “¡¡Ha!! Existe uno mi señor que habita en Lo Debar, tierra de
tristeza y dolor, donde reina la maldad, la miseria es realidad ¡Es una tierra
sin sueños Señor! Lugar de pavor”. David pregunta a Siba: “Háblame más de este
hombre, por favor ya díganme su nombre”. Siba: “Señor se llama Mefiboset mas él
no puede andar, es invalido Señor no se puede ni arrastrar”. David: “Manda a llamar
a este hombre que con él yo quiero hablar, dile a Mefiboset que el Rey lo mandó
a llamar”. Y mirándole a los ojos le dijo estas palabras: “Lo que era tuyo te
devolveré, voy a restituir lo que la vida te robó. El último en la casa de Saúl
ya no será más aquel a quien nadie le da valor. Pasa a vivir en la Casa del
Rey, pasa a comer en la Mesa del Rey, pasa a vestir las Ropas del Rey, pasa a
sentarte al lado del Rey. La miseria nunca más conocerás, un adiós a Lo Debar tú
vas a dar ¡Tu vida nunca más será igual! ¡El Rey te mando a llamar”. El Rey te
manda a llamar en esta hora y escucha bien lo que él quiere decirte en este
momento: “Lo que era tuyo te devolveré, voy a restituir lo que la vida te robó,
el último en la casa de Saúl ya no será más aquel a quien nadie le da valor”. Todo
lo que el enemigo te robo ¡Hoy Él te lo devuelve al ciento por uno! ¡El Rey te
mando a llamar! (Danny Berrios)