martes, 2 de mayo de 2017

No lo sabràs si no lo intentas


Un millonario que realizaba una fiesta, mira hacia la piscina donde criaba cocodrilos y grita: “¡el que logre cruzarla y salir vivo al otro lado, ganará todos mis carros! ¿Alguien se atreve?” Los invitados permanecen en silencio y el millonario insiste: “Entonces, ofrezco todos mis carros y mis aviones. ¿Alguien se atreve?” El silencio impera, y una vez más ofrece: “¡mis carros, mis aviones y mis mansiones!” En ese momento, alguien salta a la piscina. La escena es impresionante. Una lucha intensa, el hombre se defiende como puede, agarra la boca de los cocodrilos con pies y manos, tuerce la cola de los reptiles… Después de algunos minutos de terror y pánico, sale el valiente hombre, lleno de arañazos, hematomas y casi muerto. El millonario se aproxima, lo felicita y le pregunta: “¿Dónde quiere que le entregue los carros, los aviones y las mansiones?” -“Gracias, pero no quiero nada suyo”. Impresionado, el millonario pregunta: “Pero si Ud. no quiere nada de lo ofrecido, que quiere entonces?” Y el hombre le respondió muy irritado: “¡Encontrar al que me empujó a la piscina!”. Moraleja: Somos capaces de realizar muchas cosas, pero necesitamos un empujoncito de vez en cuando…