martes, 20 de junio de 2017

Aprende y continùa


A veces es necesario sufrir las consecuencias de nuestros actos para poder aprender de nuestros errores. ¡No hay hombre más sabio que aquel que pone en práctica lo que aprende! A veces se gana, a veces se pierde, pero siempre se aprende. “Aprendió tanto de sus errores que cuando tropezaba, en lugar de caer, volaba…” mencionó Rovira en una ocasión. Aprender es siempre un regalo, incluso cuando el dolor sea el maestro. Muchos no aprenden porque pasan todo el tiempo negando sus errores, de ahí que es imprescindible ser humilde para admitir los propios errores, inteligente para aprender de ellos y maduro para corregirlos. Ahora, ser inteligente es aprender de tus propios errores, ser un genio… es aprender de los errores de otros. Alguien dijo: “Aprende de los errores de los demás, porque no se puede vivir lo suficiente para cometerlos todos tú mismo. El aprendizaje de los errores también es importante para “no repetir” los mismos errores. Una cosa es tropezar con la piedra y otra muy diferente encariñarse con la piedra. Si vas a cometer errores, ¡Que sean nuevos! Alighieri dijo: “Recuerda aprender de las lecciones que te ha dejado tu pasado, para no volver a cometer los mismos errores en tu futuro” Animo! No hay nada que enseñe más que equivocarse. Es parte de la vida cometer errores. Lo importante es ser valiente, aprender la lección y seguir avanzando. Aprender una lección de cada error se llama EXPERIENCIA.