Hoy en día la gente tiende a quejarse y a auto compadecerse en
lugar de arreglar aquello que hizo mal. Tendríamos menos problemas si el tiempo
que gastamos auto compadeciéndonos lo empleásemos en buscar soluciones a ellos.
Auto engañarnos con nuestras propias mentiras, es un método de defensa para no
admitir nuestros errores y no solucionar nada. ¡Hay que cosas que deben
aceptarse y superarse! Agatha Christie dijo: “Aprendí que no se puede dar
marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en
realidad, es una calle de sentido único”. Yo también he aprendido que los
amores “eternos” pueden terminar en una noche y que grandes amigos pueden
volverse grandes desconocidos. Que nunca conocemos a una persona de verdad y
que todavía no han inventado nada mejor que el abrazo de mamá. Que el “Nunca más”
nunca se cumple y que el “Para siempre”, siempre termina. El dolor es
inevitable pero ¡auto compadecerse es opcional! Estás mal si quieres ganar por
los que te quieren ver ganar, al contrario ¡Gana por los que te quieren ver
perder! Si el dolor toca a tu puerta, acéptalo y súfrelo pero activamente, no auto
compadeciéndote ni perdiéndote en el problema, sino buscando como resolverlo.
Un proverbio árabe dice que: “Quien quiere hacer algo encuentra un medio, quien
no quiere hacer nada encuentra una excusa” ¡La autocompasión se inunda y se
ahoga de excusas!