Se detuvo durante días que pudieron ser años y miró hacia atrás.
Dios gracias a las personas y situaciones que lo habían llevado hasta allí y
comenzó de nuevo… Decía Akio Morita que: “Saber cuándo detenerse o
continuar es la clave del éxito”. ¡Parar
o seguir! El tiempo siempre va a avanzar y traerá consigo muchas cosas, pero…
¿Tiene sentido ello cuando tu estás inmóvil, sin actuar? Y también puedes andar
por la vida, sin frenos, sin nunca detenerte a mirar, yendo a una velocidad
temeraria. Pero al final, cuando llegues a tu destino ¿Abras aprendido algo del
viaje? Decía Antonio Escohotado que: “Por eso mismo le propongo detenerse un
momento a reflexionar, ya que no conocemos una cosa simplemente por padecerla
en nuestra carne, sino cuando llegamos a entender de donde nace.” Las palabras
deben siempre detenerse ante lo que el entendimiento ignora. Es preciso
detenerse en algún punto porque a veces… es mejor detenerse y pensar hacia dónde
quieres ir. “Todo el objeto de los profetas y los sabios, dijo Maimonedes, fue
declarar que se establece un límite a la razón humana, donde el hombre debe
detenerse”.